Continuamos platicando del tema anterior, Aspectos biológicos, el primer punto para enfrentar y superar la tensión nerviosa.
Pasar el mayor tiempo posible al aire libre proporciona el beneficio de la luz solar para proveer al ser humano de su acción vivificante. Utilizar el agua en abundancia, por fuera en la limpieza y por dentro unos seis vasos diarios.
Realizar ejercicio. El tiempo varía según el tipo, intensidad y velocidad, pero hay un principio general aplicable a la mayor parte de los casos: ejercitarse hasta que comience a transpirar. “Además de aclarar la mente, el ejercicio disminuye la tensión emocional. En consecuencia…, puede ayudarle a relajarse, a tener una mejor autoimagen, y a tolerar mejor las tensiones de la vida.

Mantener una dieta balanceada, nutritiva y apropiada para el organismo. “Si uno come en forma adecuada, puede poner en práctica más fácilmente las reglas higiénicas sobre el descanso, al ejercicio, la buena postura y aun sobre la respiración profunda”. Y el dominio del apetito es uno de los mejores métodos para el fortalecimiento de la voluntad, elemento de primerísimo importancia en el tratamiento de la tensión nerviosa.

Aspectos Psíquicos:
Los trastornos nerviosos y los desequilibrios psíquicos constituyen un problema médico-social de actualidad según estadísticas de la ciencia, lo confirma la experiencia clínica en todos los niveles y lo propaga la observación diaria de cada uno de nosotros. Para evitar este problema y hacer frente a la tensión en el aspecto psíquico, debemos:
Mantener un equilibrio entre trabajo y recreación. El trabajo debe resultarnos placentero, hacerlo con diligencia, recordando que no hay mayor satisfacción que la del deber cumplido. Y luego recuperar las fuerzas perdidas, por medio de un descanso reparador, pasatiempos constructivos, actividades que ayuden a la recuperación del organismo y a la tranquilidad de la mente, manteniendo un sano dominio propio, una actitud positiva y una disposición alegre.
Ejercer el autocontrol. Vivir desarrollando nuestras posibilidades y aceptando nuestras limitaciones.

Aspectos Trascendentes:
Cuando ignoramos de dónde venimos y no conocemos hacia dónde vamos, no podemos saber la finalidad de nuestra existencia; un sentimiento tal produce desazón, oscurece el entendimiento, limita la vida, y baja las aspiraciones de lo sublime y eterno a lo egoísta y perecedero. Por eso es necesario:

Identificarnos con motivos perennes. El ser humano tiene sed de eternidad; ésta es la causa por la cual todo individuo trata de identificarse con motivos que lo sobrevivan. Pero sólo podemos escoger con seguridad y certidumbre la causa trascendente a la cual entregarnos, mediante la sabiduría infinita del Todopoderoso.
Conocer la verdad. Ser capaces de analizar nuestras creencias en forma honesta, valiente y desprejuiciada, y sobre todas las cosas, investigar la verdad en el manantial infalible, puro y eterno de la palabra de Dios, la Santa Biblia. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (Juan 8:32).
De esta manera podremos vivir el presente con seguridad y mirar al futuro con confianza; cuando coloquemos nuestra vida al amparo de Cristo Jesús, él nos capacitará para hacer frente a las vicisitudes de la vida. Escuchemos hoy sus tiernas palabras que nos dicen: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mateo 11:28-29)
¡Sí! ¡Hay remedio para la tensión nerviosa! ¡Y está a nuestro alcance! ¿Lo aprovecharemos?