Muchas personas consideran al libro de Romanos como atemorizante. Es la carta más larga que escribió Pablo, tiene muchas palabras teológicas y poco usadas -tales como justijicación. redención, expiación-, y habla de conceptos difíciles como la "ira" de Dios. Eso es suficiente para asustar aun al estudiante más diligente de la Biblia. Después de todo, aun Pedro dijo que Riblo había escrito algunas cosas que eran "difíciles de entender" (2 Ped. 3:16). Por eso no sorprende que algunas personas prefieran aferrarse a las sencillas enseñanzas de los cuatro Evangelios y dejar algunos libros tales como Romanos para los eruditos.

Pero Romanos no fue escrito para eruditos, sino para cristianos comunes de la Iglesia de Roma en el primer siglo. Los cristianos que primero conocieron el libro no tuvieron la oportunidad de analizar cada palabra y cada concepto teológico. En realidad, no tuvieron el privilegio ni siquiera de leer el libro. Sencillamente lo escucharon. Cuando Pabloo escribió la carta (realmente no es un libro, sino una carta), la tuvo que enviar a Roma con un mensajero. Y él no pudo decirle al mensajero: "Detente en la librería de la esquina y haz copias de la carta para todos los feligreses". No, cada copia tenía que hacerse a mano. De modo que los primeros cristianos oyeron leer la carta a los Romanos en voz alta, quizá a la hora del culto del sábado de mañana. Esto arroja luz acerca de cómo quería Pablo que su carta fuese comprendida, que no es lo que estaríamos tentados a imaginar.

Cuando escuchamos que algo se lee en voz alta, no podemos analizar los detalles. En cambio, nuestros oídos tratan de ayudar a nuestra mente a captar el sentido general del mensaje y sintetizar su significado básico. En otras palabras, tratamos de visualizar el bosque, no cada árbol específico. Esto no significa que el análisis sea malo, pero tendemos a analizar demasiado en vez de captar el mensaje en su conjunto.

Traten de imaginarse que son cristianos que viven en Roma en el siglo I. En ese tiempo no hay edificios de iglesias cristianas. Cada sábado de mañana se encuentran con otros cristianos para adorar a Dios en el hogar de Priscila y Aquila. Sabemos que los cultos de adoración se rea lizaban en su casa porque Pablo lo dice al final de su carta: "Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. Saludad también a la iglesia de su casa" (Rom. 16:3-5).

Ustedes nunca se han encontrado con Pablo, pero han oído a Pris cila y a Aquila hablar de él. Ellos se habían encontrado con él cuando estuvieron en Corinto varios años antes, como leemos en Hechos 18:1 al 4: "Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Ita lia con Priscila, su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos y, como era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.Y discutía en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos" (RVR 95).

Ustedes han oído contar a Priscila y a Aquila incidentes, mientras fabricaban tiendas con Pablo, y de sus predicaciones. Tenían muchas cosas buenas para contar acerca de su ministerio. Así que ustedes se ponen muy contentos al saber que la semana próxima un mensajero llegará con una carta de Fablo. Van a la iglesia en esa casa el sábado de mañana con los oídos bien abiertos y mucha expectativa en el corazón. ¿Qué tendrá ese anciano amigo de Priscila y Aquila para decir a su igle sia en Roma? ¿For qué les está escribiendo? Después de todo él nunca estuvo allí y, por lo general, cuando escribe cartas a las iglesias es para las iglesias que él fundó, o por lo menos que él visitó.

Así que ustedes entran al atrio de la pequeña casa de campo de Priscila y Aquila, y el mensajero- tal vez una mujer llamada Febe (ver Rom. 16:1, 2)- les lee toda la carta de una sola vez, en poco más de una hora. ¿Qué recordarán de esa carta?

Sugiero que realmente hagan la experiencia. Traten de imaginarse en esa casa del primer siglo y escuchando la carta. Si tienen una Biblia en CD, escuchen Romanos. Si no, tomen una versión moderna y lean la carta en voz alta de modo que tengan una experiencia similar a la de los creyentes en Roma del siglo 1. Luego, tómense unos momentos para anotar las impresiones que surjan de la hora que pasaron con la carta de Pablo a los Romanos.

Supongo que se destacarán algunos temas importantes. Uno es que Fablo quiere poner a judíos y a gentiles en el mismo grupo en lo que respecta a la salvación, que la hostilidad entre ellos termine; y procura mostrar que todos deben ser uno en Cristo. También será difícil pasar por alto la idea de que la salvación está disponible para todos, si sólo confían en Dios por medio de Cristo. Quizá también capten la idea de que fe y gracia son términos importantes para Pablo. En la carta él usa la palabra gracia 24 veces y fe 40 veces. Y ustedes notarán que él dice que la salvación viene como un don de Dios y no por las obras por las cuales podemos felicitarnos. Finalmente, con toda seguridad se darán cuenta que Pablo quiere que todos los cristianos se den la bienvenida unos a otros y vivan en paz sin despreciarse ni juzgarse unos a otros, y sin discutir sobre asuntos baladíes.

¿Estaban incluidas estas ideas en la lista de ustedes? ¿Qué otra cosa incluyeron? Exploraremos todos esos problemas en los próximos capítulos de este libro.

Las circunstancias y los planes de Pablo

¿Por qué escribió Pablo esta carta a una iglesia que nunca había visitado? Todo tenía que ver con sus planes para el futuro, y afortuna­damente nos cuenta de esos planes en el libro mismo.