Goza de la
vida con la mujer que amas todos los días de tu vida fugaz.
Eclesiastés
9:9 NBIH
Una de las cuestiones más importantes que deberías aprender en este
viaje que el amor te desafía es que no puedes simplemente seguir tu corazón.
Debes guiarlo. No debes permitir que tus sentimientos y emociones te conduzcan.
Debes colocarlos en el asiento trasero y decirles adonde irás. En tu relación
matrimonial, no siempre tendrás deseos de amar. Es poco realista esperar que tu
corazón se estremezca al pensar en pasar cada momento con tu cónyuge. Nadie
puede mantener un deseo ardiente de unión que depende solo de los sentimientos;
pero también es difícil amar a alguien sólo por obligación. Un recién casado se
deleita en la persona que ahora es su cónyuge. Su amor es fresco y joven, y en
el corazón persisten esperanzas de un futuro romántico. Sin embargo, hay algo
que tiene el mismo poder que ese amor fresco y nuevo. Viene de la decisión de
deleitarte en tu cónyuge y de amarlo sin importar cuánto tiempo hayas estado
casado. En otras palabras, el amor que decide amar tiene el mismo poder que el
amor que tiene deseos de aman. En muchos aspectos, es un amor más verdadero
porque tiene los ojos bien abiertos." Si depende de nosotros, siempre nos
inclinaremos a desaprobar al otro. Ella te crispará los nervios. Él te sacará
de quicio. Tengamos en cuenta que nuestros días son demasiado cortos como para
gastarlos discutiendo por nimiedades. La vida es demasiado fugaz.
En cambio, es hora de guiar tu corazón una vez más a que se deleite
en tu cónyuge. Disfruta de tu cónyuge. Toma la mano de tu esposa y busca su
compañía. Desea conversar con esposo. Recuerda por qué te enamoraste de su personalidad.
Acepta a esta persona (con sus peculiaridades y todo) y vuelve a recibirla con
los brazos abiertos en tu corazón. Una vez más, puedes elegir lo que atesoras.
Tus preferencias no vienen programadas de nacimiento ni estás destinado a
actuar de acuerdo a ellas. Si eres irritable, es porque decides serlo. Si no
puedes funcionar sin una casa limpia, es porque has decidido que no puedes
hacerlo de ninguna otra manera. Si fastidias a tu pareja más de lo que la
elogias, es porque has permitido que tu corazón sea egoísta. Te has dejado
llevar por la crítica. Así que ya es hora de sacar tu corazón de allí. Es hora
de aprender a deleitarte en tu cónyuge una vez más, y podrás observar cómo tu
corazón comienza a disfrutar de su persona. Quizá te sorprenda descubrir que la
Biblia tiene muchas historias de amor romántico, y ninguna es tan evidente ni
provocativa como la que aparece en los ocho capítulos del Cantar de los
Cantares. Escucha cómo estos dos amantes se deleitan mutuamente en este libro
poético... La esposa: "Como el manzano entre los árboles del bosque, así
es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, y su fruto
es dulce a mi paladar. Él me ha traído a la sala del banquete, y su estandarte
sobre mí es el amor" (Cantar de los Cantares 2:3-4). El esposo:
"Levántate amada mía, hermosa mía, y ven conmigo. Paloma mía, en las
grietas de la peña, en lo secreto de senda escarpada, déjame ver tu semblante,
déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y precioso tu semblante" (Cantar
de los Cantares 2:13-14).
¿Demasiado sensiblero? ¿Demasiado empalagoso? No para los que guían
su corazón a deleitarse en la persona que aman... aún cuando se acaba lo nuevo,
aún cuando ella use ruleros en la cabeza y él esté perdiendo el cabello. Es
hora de recordar por qué te enamoraste una vez. Es hora de volver a reír; de
volverá coquetear; de volver a soñar. Y de hacerlo con placer. El desafío de
hoy puede llevarte a un cambio verdadero y radical en tu manera de pensar. En
el caso de algunos, quizá solo sea necesario un pequeño paso para llegar al
deleite. En el caso de otros, puede ser necesario un salto gigante desde la
indignación constante. Lo cierto es que si alguna vez te deleitaste (y sí lo
hiciste cuando te casaste) puedes volver a hacerlo. No importa si ha pasado
mucho tiempo. No importa si han sucedido muchas cosas que cambiaron tu
percepción. Tienes la responsabilidad de volver a encontrar lo que amas de esta
persona a la que te has prometido para siempre.
El desafío de hoy
Con determinación, deja de lado una actividad que hagas en general
para poder pasar tiempo de calidad con tu cónyuge. Hagan algo que a tu cónyuge
le encantaría hacer o un proyecto en el que sabes que quiere participar.
Simplemente, pasen tiempo juntos.
¿Qué
decidiste dejar de lado? ¿Qué hicieron juntos? ¿Cómo les fue? ¿Qué cosa nueva
descubriste (o volviste a descubrir) sobre tu cónyuge?
Dame {...] tu corazón, y que tus ojos se
deleiten en mis caminos. (Proverbios 23:26)
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